El mayor error que comenten las pequeñas empresas o Pymes es creer
que construir una buena imagen es para las grandes empresas y compañías, porque
tienen los recursos y el presupuesto suficiente para proyectar su marca.
Muchos pequeños emprendedores piensan equívocamente que, para
disponer de una buena imagen hay que hacer una gran inversión económica.
Ante un mercado cada vez más competitivo, disponer de una imagen ya no es una
opción, ni mucho menos un lujo del que se pueda prescindir. Al día de hoy, la
imagen de la empresa es crucial para la supervivencia de un negocio.
Una pequeña empresa o Pyme debe entender que su imagen va a ser una de las
mejores herramientas para obtener una respuesta favorable de sus clientes
potenciales hacia su empresa.
“Ante la realidad actual cualquier empresa
que no disponga de una estrategia de comunicación tiene pocas opciones de no
fracasar”